jueves, 2 de noviembre de 2023

Mi nueva adicción al dibujo

 

Hace ya tanto años que me concentro en la creación digital de imágenes que prácticamente se me ha olvidado la última vez que me dediqué a dibujar de forma tradicional sobre papel. Desde que tengo memoria siempre he estado rodeado de lápices, bolígrafos, acuarelas, pinturas varias y llenando cuadernos y hojas y hojas de papel realizando todo tipo de dibujos y garabatos. En mi época de estudiante de Bellas Artes además, también le dediqué muchas horas al trabajo con otras técnicas como el carboncillo, el gouache, las anilinas, el acrílico o el óleo entre otras muchas técnicas, pero la evolución del tiempo hizo que poco a poco pero de manera inexorable lo digital fuera fagocitando poco a poco mi tiempo hasta que en los últimos tiempos prácticamente el 95 % de mis creaciones eran 100% digitales y lo poco que dibujaba de forma tradicional eran apenas garabatos o bocetos para preparar creaciones hechas con el ordenador.

La llegada de dispositivos como el iPad o los cuadernos de tinta electrónica no hicieron más que agravar esta situación y en los últimos tiempos prácticamente el 99% de lo que trazaba era siempre con medios digitales. Lo curioso del asunto es que esta transformación se ha producido sin apenas ser consciente de ello.

Todo cambió cuando en algún punto del año 2021 mi hija tuvo el acierto de regalarme un cuaderno de bocetos (¡Gracias Helen!). Al principio se quedó guardado en un cajón y puedo decir que cada vez que lo abría y veía al cuaderno en su interior lo miraba hasta con temor. Finalmente un día decidí estrenarlo y la sensación de volver a sentir el lápiz sobre el papel fue tan brutal que puedo decir que hubo un antes y un después tras ese momento. De golpe todas las sensaciones de disfrute que había gozado durante los años y años que pasé dibujando de forma analógica volvieron a mí con una fuerza inusitada. De golpe volví a descubrir lo mágico que es sentir la densidad y el tacto de los materiales de dibujo y me pregunté cómo había dejado perder tal maravilla.

No me entendáis mal, adoro las técnicas digitales y no pienso abandonarlas nunca. Aportan muchas cosas que difícilmente pueden conseguirse con medios tradicionales sobretodo en productividad y velocidad a la hora de conseguir acabados pero la corporeidad y la satisfacción física y mental que proporcionan los medios tradicionales de dibujo no tiene comparación posible. El problema no es la creación digital, el problema fue dejar que las herramientas digitales me hicieran abandonar los medios tradicionales. Y por supuesto la combinación estratégica de ambos tipos de medios es lo que permite aprovechar lo mejor de los dos mundos.

El caso es que nunca es tarde si la dicha es buena y desde aquel día lo que fue una tímida re-introducción al dibujo a mano se ha convertido en una auténtica adicción de la que no me arrepiento para nada. Bien al contrario, espero haber aprendido la lección y no volver a abandonar los medios tradicionales nunca más.

Lo que empezó volviendo a trazar tímidamente líneas de lápiz sobre las hojas del cuaderno se convirtió rápidamente en un frenesí que me hizo desempolvar un montón de bolígrafos, rotuladores, lápices, estilográficas y otros útiles de dibujo que tenía guardado y empezar a manchar y manchar papeles volviendo a disfrutar con el re-descubrimiento del color, las tramas, los volúmenes las luces etc.

De momento mi vuelta al mundo del dibujo tradicional ha sido al de las técnicas secas. Me temo que el tiempo, dedicación y preparación que exigen las técnicas húmedas -que también me hicieron gozar en su día- tendrán que esperar un poco más. Esta son las técnicas con las que he empezado a trabajar.

  • Lápices de grafito y lápices de colores
  • Bolígrafos
  • Rotuladores, plumones y estilografos
  • Plumas estilográficas
  • Collage e ingenieria de papel
  • Tampografía

Lápices de grafito y lápices de colores

El lápiz es la herramienta primigenia con la que la mayoría de nosotros aprendió a dibujar. Es una herramienta esencial y la elección imprescindible cuando se trata de abocetar. Por supuesto siempre la utilizo para realizar la base de un dibujo donde quiero garantizar un buen acabado pues permite borrar con mucha facilidad pero también crear ilustraciones finales.

No obstante dentro de los lapiceros también hay que distinguir de varios tipos

Lapiceros de grafito normales

Vamos, lo que vienen siendo los lápices de toda la vida. Tengo varios con varios niveles de dureza que proporcionan diferentes tipos de intensidad de negro. Los más duros y grises los suelo utilizar más para marcar y abocetar y los más oscuros para ilustraciones finales pero también para transferir dibujos a la goma donde creo los sellos de caucho para estampación. El lápiz es agradable de manejar por definición. Se entiende muy bien con la mayoría de papeles. Es una delicia dibujar con lápices, su ductilidad permite transmitir las imágenes del cerebro a la mano de una de las forma más directas posibles y se puede graduar la presión de forma muy precisa lo que permite obtener una amplia gama de tonalidades y degradados suaves.

Barras de grafito

Tengo unas cuantas barras de grafito también de diferentes niveles de dureza que utilizo sobretodo para sombreados o para rellenar zonas de gris de forma rápida.

Portaminas

Los portaminas ofrecen la ventaja frente a los lápices de grafito tradicionales que permiten realizar líneas de grosor constante más fácilmente y no es necesario afilar la punta de forma regular . Actualmente tengo portaminas de 0.5 y 0.7 mm de grosor aunque me gustaría adquirir también algún portaminas de 1 o 1,5 mm para tirar líneas más gruesas. La mayor parte del tiempo utilizo los portaminas como base para realizar dibujos a tinta aunque también he acabado algún dibujo solamente con esta herramienta

Bolígrafos eternos

Bajo este nombre se conoce a un tipo especial de lapiceros que están compuestos por una punta metálica. La característica especial de esta herramienta es que no es necesario sacar punta y dura muchíiiiiiiismo por lo que reciben el sobrenombre de "bolígrafos eternos". Su aspecto, efectivamente es el de un bolígrafo pero con la ventaja de que su trazo se puede borrar.
Como desventaja podríamos decir que el gris de su trazo es muy clarito, el equivalente a un 2H, pero esto se convierte en una ventaja cuando quieres la herramienta perfecta para abocetar y repasar el dibujo final con tinta. El trazo es muy fácil de borrar y prácticamente no quedará rastro visual de él en el dibujo acabado.

Lápices de colores

Son una categoría por sí misma porque, aparte de compartir las características ya comentadas de sus hermanos de grafito añaden la dimensión del pigmento y el color. Los utilizo principalmente para realizar ilustraciones finales a color pero también pueden servir como base para realizar bocetos de dibujos que luego irán a tinta. Para ellos es importante utilizar colores no demasiado intensos y presionar muy poco el papel para que queden trazos muy claros. El cian y el rojo suaves son especialmente buenos pars esto porqué luego desaparecerán casi por completo cuando se escanee o se fotocopie la imagen con tinta y en el peor de los casos el rastro es muy fácil de eliminar es post producción con Photoshop.

Pero donde realmente los lápices de colores lucen con luz propia es en los dibujos finales a color. Es realmente una gozada ver las calidades que podemos alcanzar en los resultados incluso con una marca económica. En este sentido yo tengo algunos colores (en mi infancia nos referíamos a los lápices de colores simplemente con el término "colores") de marcas económicas e incluso muy económicas que aún así permiten obtener acabados más que satisfactorios. Es cierto que estos lápices de gama baja el porcentaje de cera es my alta respecto al porcentaje de pigmento y el resultado práctico es que no puedes mezclar más de 2 o máximo 3 colores antes de que la mezcla se sature ya ya no te permita añadir más tonos sobre la misma superficie. Aún así, usados con algo de maestría puedes sortear este inconveniente. Es cierto que los utilizo más para bocetos e ilustraciones no finales. Cuando quiero acudir a acabados de mayor calidad utilizo los Caran d'ache polycromos que son una auténtica gozada por el poder de pigmetación que tienen y la opacidad que puedes llegar a alcanzar con ellos. Mis experiencias con ellos siempre han sido excelentes. La gran cantidad de pigmento frente a la cera de su mezcla permite mezclar distintos colores en múltiples capas y aún así trabajarlos cn naturalidad. El brillo y la saturación que se consigue llegan a rivalizar incluso con otras herramientas "mayores" como los rotuladores o las acuarelas. De hecho la única pega que podría buscarles es su precio... aunque valen de sobra lo que cuestan.

Dibujo hecho con lápices económicos (arriba) frente a dibujo realizado con Caran D'Ache Polycromos (sobre estas líneas)

Como paso intermedio entre estos dos extremos me gusta mucho utilizar mi colección de 6 lápices Carioca bicolor.

Lápices Carioca Bicolor

Cada lápiz tiene dos colores con lo que al final los 6 lápices te proporcionan 12 colores que es una paleta más que suficiente para realizar todo tipo de ilustraciones. Son lápices de punta gruesa con una suavidad y ductilidad impresionante. El tacto es inmejorable tanto para rellenar superficies, para realizar líneas gruesas e incluso para detalles finos, si bien para esto último es importante afilar antes la punta adecuadamente con el agujero mayor del sacapuntas. Al ocupar poco espacio los 6 lápices son ideales para transportar en el pequeño estuche que siempre llevo en mi mochila y poder utilizarlo en casi cualquier situación.

Bolígrafo

El bolígrafo me encanta. Adoro el bolígrafo. Es sin duda, mi herramienta favoritas para dibujar en numerosas ocasiones. Reconozco que durante mucho tiempo no me sentía bien dibujando con bolígrafos porqué daba crédito a una de las creencias más falsas e injustas que se han realizado en el mundo de las técnicas creativas y era esa de que el bolígrafo era una herramienta de oficina o de colegio para tomar notas o escribir trabajo escolares no una herramienta de dibujo. Era y es considerado aún por muchos/as como un útil de segunda clase que no está a la altura de otras como el lápiz, la pluma o el pincel y que nada que saliera de su punta podía ser considerado obra de arte. Gracias al cielo artistas como Juan Francisco Casas o Emil Ferris se han encargado de desmentir esta absurda información para siempre y han hecho entrar al bolígrafo por la puerta grande y por derecho propio en el mundo de los útiles de las bellas artes.

El bolígrafo no sólo es tan digno como otras herramientas sino que permite conseguir unas texturas y gradaciones únicas que dan un acabado característico y muy agradable a las creaciones realizadas con él.

La ventaja del bolígrafo es su ductilidad, la mansedumbre con la que se adapta a la intensidad de tu trazo y al movimiento de tu mano. La sensación deslizamiento de la bola de la punta sobre el papel es sencillamente deliciosa y aunque varía de un bolígrafo a otro es fácil sentir cuales de ellos se adaptan mejor a tu estilo de dibujo. Los que tienen un tacto rasposo o una salida de tinta irregular (generalmente los más baratos, de publicidad) los descarto.

Colección de bolígrafos BIC y de otras marcas

Utilizo varios tipos de bolígrafo de todos los colores , desde bolígrafos de publicidad (aunque con funcionamiento satisfactorio) hasta bolígrafos de "lujo" de esos que te regalan junto con una estilográfica a juego. Pero los que más uso son los bolígrafos BIC es sus versiones "cristal" con puntas de 1,5 mm, versiones normal con puntas de 0,7 mm y versión punta fina de 0,4 mm y también los famosos de 4 minas multicolor en todas las paletas disponibles. Sencillamente la gente de BIC han hecho siempre un trabajo excelente y sus productos son de una calidad extraordinaria. La viscosidad de la tinta de estos bolígrafos es la justa, la sensación de tacto en casi todos los papeles es muy satisfactoria y calidad que ofrecen en los dibujos no tiene discusión posible además a un precio más que razonable. La paleta de colores que ofrecen tanto en la gama cristal como en los multicolor es limitada pero más que suficiente para conseguir gran riqueza de cromatismo. Combinando los colores además la cantidad de tonos que se pueden conseguir se multiplica.

Los famosos bolígrafos BIC de 4 colores

Por la propia naturaleza del bolígrafo funcionan muy bien los tramados realizados con puntos, rayas, cruces u otro tipo de garabato base pero a su vez la presión que se ejerce sobre la herramienta también permite conseguir gradaciones muy interesantes.

Por lo demás he probado muchos otros tipos de bolígrafos basados tanto en tinta grasa como con tinta de gel. Tengo que decir que los bolígrafos de gel no me acaban de convencer, especialmente los de colores. Las tonalidades son demasiado fluorescentes y es un efecto que no se presta bien para obtener colores naturales suaves. Por otro lado los bolígrafos de gel tienden a dejar la típica "bolita" de tinta al final de los trazos cuando levantas la punta del papel lo que desvirtúa un poco el trazo y la modulación del grosor de éste es algo más difícil de controlar, por eso los utilizo más para rellenos de colores en zonas muy específicas.

Alguna imágenes realizadas con bolígrafo.

Rotuladores

Los rotuladores son la técnica más húmeda de las técnicas secas. Tienen la ventaja de que pueden rellenar muy rápido amplias zonas de color. Los tonos son muy vivos y las tintas cubren muy bien el papel y además suelen mezclarse entre sí.

Tengo rotuladores de varios tipos, por un lado tengo los estilógrafos o rapidógrafos de diferentes grosores que son los que utilizo para delinear los dibujos. Por otro lado tengo rotuladores con base de agua y con base de alcohol para colorear.

A la izquierda conjunto de rapidógrafos, a la derecha rotuladores de colores al agua con dos puntas.

Para dibujar los estilógrafos/rapidógrafos son sencillamente formidables, te permiten conseguir multiples tipos de trazo dependiendo de la forma de la punta y los detalles que se pueden conseguir en las tramas con los de menor grosor son simplemente extraordinarios.

Para pintar y rellenar superficies de color tengo sentimientos encontrados. Cómo medio semi-húmedo que son consiguer bastante opacidad y densidad en los colores, algunos de los que manejo también permiten mezclarse entre ellos y modular algún tipo de degradado pero es muy difícil o directamente imposible realizar sombreados con un solo color a través de la presión como ocurre con los lápices de colores o los bolígrafos. Además las características de las tintas hacen que se produzca el efecto de superposición de colores en los límites donde acaban y comienzan los trazos por muy rápido que dirijas el gesto. Por eso conseguir manchas de color homogéneo y superficies de color uniforme es todo un reto y algo prácticamente imposible de conseguir en zonas amplias. Es cierto que alguno de los rotuladores con base de alcohol proporcionan mejores resultados en lo referente a este molesto efecto pero dichos rotuladores suelen traspasar cualquier tipo de papel que no sea muy grueso por eso no me gusta utilizarlos en cuadernos de esbozos, para este tipo de soporte prefiero rotuladores con base de agua donde el efecto de "banding" es más evidente pero cuya tinta no traspasa el papel y permite aprovechar casi siempre las dos caras de una hoja de la libreta.

Por otro lado la intensidad de la mayoría de colores es bastante alta lo que dificulta conseguir contraste de tonalidades. Esto lo he solucionado en parte comprando una colección de rotuladores pastel y separando las tonalidades más claras del resto de colecciones, de esta forma puedo controlar mejor los equilibrios de color y contraste de las ilustraciones.

Plumas estilográficas

¡Me encantan las plumas estilográficas! y eso que son, con diferencia los útiles menos dóciles de los analizados hasta ahora. A diferencia de los bolígrafos no puedes deslizarlos en cualquier dirección sino que tienes que seguir el trazado que te "pide" la propia pluma que es diferente en cada caso. Podemos decir que cada estilográfica tiene su propia personalidad y has de pasar un tiempo "domesticándola" sobre una hoja de papel y conociendo su personalidad antes de conseguir una calidad de trazo aceptable.

Estilográfica Viceroy con más de 30 años

Por otra parte da igual cuánto tiempo dejes secar la tinta, irremediablemente los colores se van a mezclar y manchar entre ellos a poco que se rocen. Si quieres realizar ilustraciones de color con contorno negro has de abocetarlas primero con lápiz, rellenar las zonas con color a continuación y finalmente delinear con el negro. Y aún así las líneas negras que entren en contacto con el color casi seguro que se van a "deshilachar" salvo que estés trabajando sobre un papel geller muy grueso. Además las estilográficas se atascan con extrema facilidad y hay que limpiarlas con mucha frecuencia antes, durante y después de su uso.

Conjunto de estilográficas de diferentes colores de tinta y grosores de punta

La pregunta obvia llegados a este punto es ¿y si tienen tantas pegas porqué te gustan tanto? la respuesta la obtienes cuando ves la calidad del trazo que se obtiene con estas herramientas. La belleza del trazo de una estilográfica es incomparable y muy característica y además la sensación de dibujar con estilográfica es muy especial. Uno entiende porqué más allá de su carácter utilitarista las estilográficas se han convertido en objetos de culto e incluso de lujo. De las estilograficas no haces simplemente un uso, estableces una relación, casi como con un instrumento musical. Si respetas su temperamento te premiará con unos acabados únicos. Estos acabados no serán , ni de lejos, tan preciso como los de un rapidógrafo, tan sutiles como los de un lápiz ni tan definidos como los de un bolígrafo pero tienen una personalidad muy especial.

Yo utilizo una estilográfica de alta calidad de la Marca Viceroy que me regalaron hace más de 30 años pero que sigue funcionando perfectamente y con la que realizo dibujos con tinta negra. Junto a esta utilizo más de una docena de estilográficas económicas de latón en las que cargo cartuchos de diferentes colores y que me ofrecen también muy buenos resultados y muy buenas sensaciones.

Otros medios

Aunque los medios mencionados son el principal conjunto de herramientas que utilizo para realizar mis dibujos de forma ocasional también hago servir estas otras dos técnicas

Collage

El collage es una técnica que pienso tiene muchas posibilidades que apenas sí he empezado a explorar. El collage de por sí es toda una disciplina que admite multitud de variantes. Personalmente me gusta utilizar técnicas de collage mezclada con alguno de los medios anteriores para conseguir resultados únicos que no serían posible únicamente con las herramientas mencionadas hasta ahora. Trabajar con tijeras, cutter, bisturí y pegamento te permite cubrir grandes areas con colores y texturas uniformes . El bisturí pasa a ser una especie de bolígrafo que corta una papel con el que dibujas una forma.

Útiles para collage

Como digo, en mi caso casi siempre utilizo el collage en combinación con otra técnica aunque en alguno de los dibujos de los que aparecen aquí la utilización de útiles fuera de las cuchillas y el pegamento ha sido casi inexistente. En el futuro me gustaría explorar más esta técnica.

Como un paso más allá y evolución natural de esta técnica he empezado a trabajar con ingeniería delpapel que consiste en conseguir volúmenes 3D con el papel a partir de la superficie de un cuaderno mediante el recorte y plegado de formas. Es una técnica casi mágica y que tiene un montón de opciones por explorar en la que apenas he comenzado.

Tampografía

Hace poco que descubrir esta técnica del trabajo con planchas goma de caucho y buriles. Se trata de una técnica que permite realizar sellos que posteriormente empapas en almohadillas de tinta y presionas con el papel. Aún puedo decir poco de esta técnica salvo que me fascina y que disfruto mucho trabajando con ella, pues apenas he empezado a practicar después de hacer un curso en Domestika pero estoy seguro de que ya no la dejaré nunca.

Útiles de estampado con sellos

De cara al futuro...

Por supuesto me gustaría que mi re-descubrimiento y exploración de los medios tradicionales no acabara aquí. En el futuro próximo me gustaría probar algunas de las técnicas húmedas que tanto practiqué en mi época de estudiante. Concretamente me gustaría volver a sentir el tacto del pincel y volver utilizar técnicas como la acuarela, el gouache en incluso ¿por qué no? el oleo. Veremos...

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