martes, 30 de julio de 2024

Curso de Domestika de Maru Godas


 Recientemente he finalizado un curso en Domestika de Sketchbook pictórico en Gouache impartido por Maru Godas con quién comparto amistad y he coincidido trabajando en varios eventos.

Tengo que decir que el curso vale totalmente la pena y me ha encantado. Y no lo digo sólo por la parte estrictamente técnica, que también, sino por una serie de conceptos referentes al dibujo que Maru ha lanzado y con los que estoy completamente de acuerdo.

Según ella una de las partes más importantes que debe tener el acto de dibujar es que sea divertido Y es que muy frecuentemente nos centramos demasiado en el resultado final y no olvidamos de lo maravilloso que es el proceso. El dibujo es una actividad que no es únicamente valiosa por los resultados artísticos que se obtienen sino por lo terapéutico del proceso como ya he insistido varias veces en este mismo blog.

Maru también le resta importancia a la búsqueda del perfeccionismo enfermizo.  Insiste varias veces durante el curso que no importa si un trazo no sale del todo perfecto, incluso resalta la belleza de trazos "un poco mal hechos". No puedo estar más de acuerdo. Es esa espontaneidad lo que puede dar a un dibujo personalidad e interés genuino. Paradójicamente son esas pequeñas imperfecciones lo que puede invocar la belleza con mayor efectividad. A veces en los accidentes casuales es donde se esconden los mejores descubrimientos.

En definitiva el ritmo y la frescura que transmite Maru en su curso está en sintonía con la alegría que despiertan en el alma sus dibujos de colores vivos. Os lo recomiendo de todas, todas.

miércoles, 12 de junio de 2024

La magia del dibujo inacabado



Durante mucho tiempo he seguido una norma no escrita en lo referente a la producción de dibujos. Cuándo iniciaba una ilustración no daba el proceso por finalizado hasta que estaba completamente acabada. Es decir, debía acabar todos los detalles, el entintado y el color en el caso de los dibujos a color.

Este nivel de exigencia tiene una justificación cuándo se trata de un proyecto o un encargo donde está claramente definido el resultado final pero cuándo se está dibujando simplemente para explorar o pasar un buen rato no tiene ningún sentido empecinarse en dejar la obra totalmente acabada. Todo lo contrario, en el  momento que un dibujo cumple de su función dentro del proceso de descubrimiento, investigación o simplemente gozo, no debemos tener ningún tipo de problema en abandonarlo y dejarlo inacabado.

Cuándo estamos hablando de un garabato, un boceto o un simple ejercicio tan pronto como sintamos que ha cumplido su misión lo mejor es dejarlo y pasar al siguiente. Aparte de la efectividad de esta práctica se añade la innegable belleza que en numerosas ocasiones tiene un dibujo inacabado, al menos un dibujo "bien inacabado". La sutileza y fragilidad que inspira dejándonos ver las costuras de sus cimientos en las líneas del proceso le dan una magia que supera muchas veces las de la obra completada.

Desde que empecé a cambiar mi actitud y decidí dejar dibujos inacabados en mis cuadernos de bocetos cuando sentía que el propio dibujo me lo pedía he obtenido resultados que me resultan francamente interesantes y cuya belleza quizá en el pasado me pasó inadvertida. Así que no tengamos ningún reparo en abrir la puerta a la magia del dibujo inacabado.

martes, 6 de febrero de 2024

Mi nueva relación con los rotuladores POSCA

 Hace unas semanas os compartía mi renovada pasión por el dibujo tradicional y como había recuperado el hábito de dibujar con herramientas clásicas como lápices, plumas y rotuladores. Pues bien, dentro del área de los rotuladores les tenía puesto el ojo a los rotuladores POSCA.

He estado siguiendo a varios artistas que los utilizan y me había llamado la atención los acabados que se consiguen. Son rotuladores opacos basados en pintura al agua que dan un acabado de color prácticamente plano y que pueden pintar en casi cualquier superficie. Tiñen completamente el color que tengan debajo, incluso puedes pintar con el negro y tras dejarlo secar un poco puedes pintar encima con el blanco, es una pasada. Y lo más curioso es que incluso pintando con ellos en papel de gramaje ligero la pintura no traspasa el papel. Además la sensación de dibujo con ellos en fantástica.

SS.MM lo reyes magos de oriente tuvieron a bien traerme un cubilete con una selección de colores a los que yo he añadido algunos colores y calibres más para completar mi paleta personal.

Tal y como me imaginaba se han convertido en toda una adicción. Aquí os dejo algunos ejemplos de los primeros dibujos que he comenzado a crear con ellos.